lunes, 28 de mayo de 2012

Dark night


Noche 2
"Bier house" - bar. 
Este es otro pub, más rockero, donde los Psicotrópicos tocan los jueves. Hay posters de Jimmy Hendrix, Metallica, Elvis, Queen, Black Sabbath, los Beatles, Led Zeppelin, mezclados con el Che, Marilyn, Chaplin y el Santo, legendario luchador mexicano.

Nos juntamos a las 7 para probar sonido. Jorge, como buena estrella, llega tarde con su novia, y se instalan juntos en un sillón sombrío desentendidos de los ajustes técnicos. Recién cuando todos terminamos de probar él sale de los brazos de su enamorada y sube al escenario para corregir un par de cosas y plantear códigos.

Llueve. Es una de esas noches para no salir de casa. Llega la hora y empezamos a tocar. Durante el primer tema entran unas 10 personas y se quedan. Buen indicio. Pero todavía no me relajo lo suficiente como para disfrutar el momento.

De pronto entra un tipo de unos 55 años, insultando en inglés, borracho y muy agresivo, quiere subir al escenario por la fuerza y cantar. Por su voz de sarcófago y la violencia que trae parece un enviado del diablo que se mueve entre las sombras. Óscar manotea un escobillón de la pared y lo usa como arma mientras le grita en su rústico inglés que suena africano.

-       Go, men! Go! Que te voy a sacar a la chucha!

-       I wanna sing, you motherfucker!

-       Here, no! Go! Go away! –ataca Óscar con el escobillón.

El inglés retrocede, se tranquiliza y se sienta en la barra, pero nos lanza alaridos de amenazas a todos y compartimos la mala espina. Pregunto quién es, me cuentan. Le dicen “Mark blue”. Cantó con los Sex Pistols. Vive acá desde hace unos 5 años. Antes lo respetaban porque caminaba al lado de Robocop, un duro que ponía orden en Montañita. Robocop mandaba más que la policía. Decidía quién podía abrir un negocio y quién tenía que abandonar el pueblo. Hasta que murió asesinado. Desde entonces Mark blue anda borracho, solo, merodeando sin rumbo, paranoico, agresivo e insulta al que se le cruce, como nosotros.

Seguimos con el show. Pero sólo llegamos a tocar 5 minutos y de pronto… apagón. Se corta la luz. ¿Es sólo acá o es en todo el pueblo? Por supuesto, es en todo el pueblo. ¿Podemos tener tanta mala suerte? La gente se va más rápido de lo que llegó. Nosotros nos quedamos un rato esperando pero no hay caso. De a uno guardamos los instrumentos, saludamos y cada quien se vuelve a su casa silbando bajito una nueva desilusión.

Entrada a Bier House.

Jorge y el Chino prueban sonido.

Otra toma de la entrada a Bier House.





El volante de nuestra frustrada presentación.



















En la prueba de sonido, con el Chino y Óscar.


















Mark blue, más tranquilo.

El chamo Yusol en la prueba de sonido.



Así terminó la noche. Cacique, el perro de Jorge, solo en el escenario.