miércoles, 18 de abril de 2012

Escapar a otra felicidad


Viajar sin planes concretos ni destinos prefijados no es la mejor manera de viajar. Es la única. Lo demás son vacaciones.

Más allá de esa conocida diferencia entre el viajero y el turista, lo cierto es que en un viaje, quizás por instinto de supervivencia, desarrollás un tipo de intuición que te conecta con el entorno, pensás en el trayecto más que en el destino y aprendés a discernir porque cualquier decisión te cambia la vida por completo.

En el taller están desarmando (otra vez) el motor de la camioneta. Decí que nos cubre la garantía sino ya estaríamos pegando la vuelta. Mientras la arreglan (me suena que ya escribí esta frase) Rosa de Arequipa nos contacta con su hermano Andro, que nos abre las puertas de su casa en Lima.

Pipo prueba un mate por 1era vez.
Andro, alias Pipo, es comandante de policía. Fue comisario en Cusco e integró una brigada antiterrorismo. Sale a correr un par de veces por semana. Es experto en preparar Pisco sour, el trago local famoso en todo el mundo.









 
Ceci, por 1era y última vez.






Cecilia, su esposa, oriunda de Pucallpa, plena selva peruana. Es capitana de policía. Fue entrenada por un cuerpo especial de israelíes para trabajar como “sombra” de una primera dama. Se ríe de todo, le encanta mirar televisión y cocina como los dioses.









Pipo y Ceci tienen a Michelle, su perra que creían malcriada hasta que conocen a Martina. Estamos conviviendo los seis en esta casa donde hay amor a simple vista y granadas escondidas, y conocemos la generosidad, la salsa Huancaína (para mí, la salsa perfecta), y lo que tenemos que hacer si hay terremoto y tsunami porque acá están esperando uno grande, en breve.

Ya nos queda poco tiempo en el país. No es que no nos guste, al contrario. Pero se nos venció el permiso de migraciones y técnicamente estamos ilegales. Además, si no salimos en 2 semanas, la aduana nos confisca la camioneta y ahí sí que se termina el cuento.

En cuanto terminen de arreglarla tenemos que escapar a la frontera tratando de evitar los policías de la ruta. De pronto me acuerdo de nuestro escape de Villamontes, en Bolivia, cuando nos salvamos siguiendo a unos policías. Ahora convivimos con dos. Y cuanto antes tenemos que salir del país escapando de otros. ¿Qué estará pasando con este viaje que parece signado por la ley? Andá a saber. Así son los viajes. Lo demás son vacaciones. 



El comandante en acción.




















La capitana reduce a un pescado.




















  
Marti ya sabe secretos de la cocina peruana y logra el punto perfección.





















Michelle, la generala.


Desde el sur del país hasta Lima, toda una familia que nos ayuda.




Distrito de Miraflores, de lo más lindo de Sudamérica.


Acá están preparados para cualquier cosa.
















Lima centro, otro increíble distrito de esta ciudad.
















 

Lima centro.




















Basta de fotitos, es hora de escapar.