En nuestra motorhome tenemos que barrer 3 veces por día, desaparecen cosas, aparecen medias sin su par y no es raro encontrar un celular atrás de la heladera. En resumen: estamos como en casa.
Lo bueno:
- Tenés todo lo que necesitás al alcance de la mano. O del pie. Y sino te lo pasa alguien que seguro lo tiene al alcance de la mano o del pie.
- Aprendés a valorar el agua al máximo así que te bañás únicamente cuando hace falta.
- Cuando terminás de comer podés levantar la mesa sin tener que pararte.
- Ejercitás el ingenio y la paciencia en todo momento.
- Cada mate, bebida, sándwich o cualquier comida es 20 veces más rica.
- Si hace frío, el calor humano es instantáneo. Si hace calor, tenés un ventilador a 20 cm de tu cara.
- Si querés podés comer en la cama y dejar el plato en la cocina simplemente estirando un brazo.
- Si te agarra hambre o sed a la noche también estirás un brazo y llegás a la heladera, o sea que también hacés elongación.
- Y por muy poco no podés lavarte los dientes desde la cama (habrá que perfeccionar eso para la próxima)
Lo malo:
- Son altas las probabilidades de patear un mueble descalzo.