Nos asustó
una sombra maligna a sólo 50
km de casa.
Fuimos ayudados por un duende en las sierras de Córdoba.
Fuimos ayudados por un duende en las sierras de Córdoba.
Quedamos
atrapados en un pueblo fantasma y logramos escapar de noche, escoltados por la
policía y andando a lo largo de las vías de un tren.
Sobrevivimos
al caos de “el alto” en Bolivia.
Llegamos a nuestro primer mar (congelado) en el sur del Perú.
Se nos
rompió el motor por primera vez y quedamos varados en una ciudad blanca.
Por un nuevo problema en el motor fuimos remolcados 700 km por un camión de
cebollas y llegamos a Lima con un
empujón de Dios.
Nos encontramos con nuestros alter egos del futuro.
Vivimos en
comunidad en Montañita y toqué en una banda de salsa.
En una noche oscura me crucé
con un enviado del diablo.
Con plena
conciencia de la realidad cumplí un sueño dentro de otro sueño y anduve
flotando por las calles.
Conocimos a una bruja que ayudó a Marti con rituales ancestrales.
Para buscar un repuesto pasé por
zonas controladas por narcos y guerrilleros y volví a casa por 10 segundos cuando
abracé a mi hermano en Bogotá.
Escapamos
justo a tiempo de la furia del gigante y fuimos rescatados por un ángel
argentino y su familia.
Nos
convertimos en miembros simbólicos de una tribu que anda en Kombi.
Logramos
cruzar un par de fronteras justo a tiempo antes de que nos secuestraran la
camioneta o nos deportaran a nosotros.
En nuestra primera playa del Caribe conquistamos la felicidad y se nos abrieron las puertas de Cartagena gracias a la música y al amor de nuevos amigos viajeros.
Para cruzar a Panamá abordamos el velero del terror. En medio del océano vivimos una pesadilla y sentimos que la muerte nos respiraba en la nuca, pero llegamos y festejamos en un paraíso indígena.
Nos
encontramos con “la Flecha negra”, viajamos en caravana por los cielos tropicales y llevamos música y títeres a una comunidad
nativa. En Costa Rica descubrimos el "Love Hotel" y conocimos a
todos los habitantes de San José en un par de tardes de música callejera.
Fuimos
empujados o remolcados varias decenas de veces, por grúas, autos,
camionetas y por los mensajes de amor de nuestra gente.
Aprendimos un método comprobado para hacernos invisibles. Aprendí a descifrar la energía de los lugares y de las personas. Aprendimos una infinidad de cosas y en casi un año de viaje vivimos experiencias tan intensas como en 5 años de nuestra vida pasada. Vivimos una gran transformación en este alucinante viaje interior.
Pasamos por selvas, bosques y desiertos, lagos, mares y ríos, túneles y puentes, sierras, montañas y volcanes, rutas de asfalto, de piedras, de tierra y de arena. Nos metimos hasta las entrañas de la mayoría de los países de Latinoamérica.
Y así, después de 11 meses de viaje, llegamos a México. A Tulum, para ser exactos. Tuve la suerte de viajar bastante y este pueblo-ciudad en el caribe mexicano es lo más parecido que conozco a mi imagen de un paraíso ideal. Hasta acá queríamos llegar. Acá queremos estar, en esta zona de la Riviera maya. Éste era el objetivo último, el destino soñado. Y llegamos. ¿Por qué no te lo conté antes? Supongo que por cábala.
Para llegar a cumplir este sueño, me caí y me levanté tantas -pero tantas- veces que al final aprendí directamente a caer parado. Más práctico.
Parece que nos acercamos a los últimos capítulos de estos "diarios de motorhome". En Tulum y en la Riviera maya pensamos quedarnos por un par de meses. Después veremos cómo seguirán nuestras vidas. Quizás volvemos, quizás seguimos viaje. Nunca se sabe. Una vez más, todo puede pasar.
Pulverizamos
las fronteras de centroamérica. Desde que salimos de Buenos Aires, cada mañana,
cuando agarrábamos la ruta, nos encomendábamos a Dios. Sabemos que nos acompañó
y que sigue con nosotros.
Aprendimos un método comprobado para hacernos invisibles. Aprendí a descifrar la energía de los lugares y de las personas. Aprendimos una infinidad de cosas y en casi un año de viaje vivimos experiencias tan intensas como en 5 años de nuestra vida pasada. Vivimos una gran transformación en este alucinante viaje interior.
Pasamos por selvas, bosques y desiertos, lagos, mares y ríos, túneles y puentes, sierras, montañas y volcanes, rutas de asfalto, de piedras, de tierra y de arena. Nos metimos hasta las entrañas de la mayoría de los países de Latinoamérica.
Y así, después de 11 meses de viaje, llegamos a México. A Tulum, para ser exactos. Tuve la suerte de viajar bastante y este pueblo-ciudad en el caribe mexicano es lo más parecido que conozco a mi imagen de un paraíso ideal. Hasta acá queríamos llegar. Acá queremos estar, en esta zona de la Riviera maya. Éste era el objetivo último, el destino soñado. Y llegamos. ¿Por qué no te lo conté antes? Supongo que por cábala.
Para llegar a cumplir este sueño, me caí y me levanté tantas -pero tantas- veces que al final aprendí directamente a caer parado. Más práctico.
Parece que nos acercamos a los últimos capítulos de estos "diarios de motorhome". En Tulum y en la Riviera maya pensamos quedarnos por un par de meses. Después veremos cómo seguirán nuestras vidas. Quizás volvemos, quizás seguimos viaje. Nunca se sabe. Una vez más, todo puede pasar.
Típico momento casi cotidiano: estudiando mapas. |
Un cambio de planes a último momento nos llevó a México vía Belize. Un poquito más arriba de Belize está Tulum pero se nos acabó el mapa. |
Encuentra a "La Mimosa" y reclama tu premio en el casino! |
Moto-taxi hasta las manos en la frontera Belize-México. |
Desde que salimos queríamos ver este cartel. |
Playas del paraíso, en Tulum, México. |
Primeras imágenes del paraíso. Muy pronto más fotos. |
"La Mimosa" nos hizo sufrir, pero nos trajo donde queríamos. |
Acá estamos los tres en el paraíso. ¿Cómo seguirá la historia? |
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDisfruto tu sueño cumplido casi como si fuera el mío.
ResponderEliminarAbrazo fuerte para los tres.
Gracias Orson!!! Una alegría y un honor que hayas viajado con nosotros y que también disfrutes de este sueño!!!! Tus mensajes en los buenos y malos momentos nos empujaron varias veces. Sé que sos un gran viajero así que seguramente nos cruzaremos en algún rincón del planeta. Si andás por estos pagos, acá tenés una casa con las puertas abiertas. Te mando un gran abrazo y mil gracias por estar ahí.
EliminarFeta que copadooo divino tulum..........lugar maagico!!! sigan disfrutando
ResponderEliminarGrande Marian!!! En eso estamos, disfrutando mucho!!!! Y más todavía por todo lo que nos costó llegar!!! Te mando un beso grande y mucha felicidad!!!
EliminarAy q hermoso resumen de viaje!!! y si lograron lo q no imaginaban, q lindo hayan cumplido lo q buscaban!!! ahora, sigan soñando para seguir cumpliendo! o que la energia que emanan y pueden percibir de los demas los siga sorprendiendo! lo pasado son experiencias y aprendizajes, para uno mismo y para quienes los seguimos! seguire sonriendo con sus historias y en busqueda de la conquista de la felicidad! FELICITACIONES por esta etapa! q siga la magiaaaaaaa :)
ResponderEliminarVivi (Reinachina)
Vivi querida!!! Es cierto, este viaje fue un aprendizaje increíble, tan grande que se hace difícil de dejar. Dios dirá si seguimos, si volvemos o nos quedamos un tiempo por acá. Por acompañarnos en esta aventura te ganaste alojamiento gratis en el caribe!!! ;))) De verdad, te esperamos cuando quieras. Y sino ya nos veremos en otro lado y brindaremos por esta hermosa vida. Te mando un beso grande!!!
EliminarGracias por la invitacion!!! seria un placer poder encontrarlos por esas tierras y vivenciar con uds las futuras sorpresas! si el tiempo y el dinero no fueran mi karma, ya estaria brindando con uds! pero sera donde tenga que ser amigos aventureros! :) :) :)
Eliminarbesos y sonrisas! Vivi (Reinachina)
Grososssss!! me mató la foto de la mimosa en el casino jaj, ta muy buena, nos estamos cruzando por ahi! hoy los vimos estacionados pero no podiamos parar por que aime entraba al laburo, dps me doy una vuelta, abrazo amigosssssssssssss
ResponderEliminarwww.aprendiendoaviajar.com