Seguimos en
el camping. Relajados. Tenemos mucho tiempo libre y algo parecido a una rutina:
nos despertamos cuando no necesitamos dormir más y nos levantamos cuando no tenemos más ganas de estar acostados, alguno va al pueblo a comprar pan y cosas para el
almuerzo, elegimos despacio las frutas y verduras (con 50 centavos de dólar te
comprás 10 bananas), desayunamos, dormimos otro rato en una hamaca o reposamos
a la sombra. Al mediodía preparamos el almuerzo, comemos y a eso de las 3
bajamos a la playa hasta que se hace de noche. Volvemos, tocamos algo de música
con la gente de acá, cenamos unas frutas y a la cama, no sin antes luchar otra
batalla contra los mosquitos.
En el camping también
vive Miguel. Es un payaso con 40 años de experiencia que ahora vende sahumerios
en la playa. Viajó por América trabajando en todo tipo de oficios. Dice que en
Colombia conoció en persona al mismo Pablo Escobar y cuenta el momento con
tanto detalle –como que tenía una remera Lacoste y una pistola tipo Luger 9 mm de oro– que suena creíble.
Parece que
ya quedó atrás su época de gloria como payaso y cuando cuenta sus chistes la
gente se ríe de lástima. Ahora no tiene un centavo pero es de los más generosos del lugar.
En otra
carpa está Óscar, músico de profesión. Es un cubano de alma que sin darse cuenta nació
en Perú. “En el Callao, el primer puerto peruano” –aclara orgulloso cuando le
preguntan. Tiene 52 años pero parece varios menos aunque carga sobre los
hombros una vida de sacrificio. Viajó por todo el continente con su música.
Habla a los gritos mientras gesticula como si hubiera moscas. Es un auténtico
showman.
Un día
Óscar me escucha tocar el saxo y ansioso y contento me invita a sumarme a su
banda.
-
Ok,
me encantaría. –le contesto. ¿Cuándo nos juntamos a ensayar?
-
No,
brother, sin ensayo. Tocamos pasado mañana en un bar.
-
¿Pasado
mañana?! Bueno, vemos, no sé. Hace tiempo que no toco. ¿Qué tipo de música hacen?
-
Salsa,
latin jazz, pero mayormente salsa. ¿Conoces los temas de Buena Vista Social
Club?
Claro que
conozco esos temas aunque no tanto como para tocarlos. Desde que vi esa
película quiero ser por un rato alguno de esos músicos increíbles. Para mí
tocar en una banda así sería un sueño que de tan delirante ni siquiera me dediqué a buscar. Ahora parece que el sueño me vino a buscar a mí.
El problema
es que tengo menos salsa que un esquimal, me nombran clásicos que ni conozco, y
en 48 hs tengo que tocar para los que más saben de salsa en el mundo:
colombianos, venezolanos y caribeños en general que andan de turismo por acá. Una cosa es ser un
poco caradura pero esto directamente es ser suicida. Sadomasoquista, mínimo.
Investigo y
aprendo que la clave de la salsa es el ritmo, muy similar a otros ritmos
latinos que trajeron esclavos africanos, como el candombe uruguayo: tá, tá, tá.
Tá-tá. Estoy acostumbrado al pulso de la música a tierra pero en la salsa el acento
es al aire. Una concepción bastante diferente.
Algunos de
los temas son “El cuarto de Tula”, “Carretero”, “Chan Chan”, “Caras lindas”,
“Juanito Alimaña”. Se me cruzan por la cabeza varias opciones para salir vivo,
como escucharlos día y noche o hacerme el enfermo y avisar sobre la hora que no
voy a poder ir. Voy por la primera alternativa pero sin perder de vista esa
salida de emergencia.
Tranqui, Marti, tranqui. |
El payaso Miguelito, de civil, y Óscar, el cubano que nació en Perú. |
¿Y, cómo fue la actuación? porque no tengo dudas que te animaste a tocar. Un beso. Papá
ResponderEliminarjaajajaj!!! Claro que me animé! Ahí publiqué los detalles!!! Un beso grande!
EliminarParece que ya quedó atrás su época de gloria como payaso y cuando cuenta sus chistes la gente se ríe de lástima. Ahora no tiene un centavo pero es de los más generosos del lugar.
ResponderEliminarQue contraste, esos que te dejan descolocados, tanto Hdp con plata y malas intenciones, a veces no se puede explicar, muy buena las notas y también estaría buenos saber como estuvo esa chambita, éxitos y buenas rutas chicos, Abrazos !!!
Gracias!!! Un abrazo y a seguir soñando, soñadores!!!
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