Cartagena de Indias es la ciudad más linda de Sudamérica.
Lejos. Y sin ninguna duda. La zona histórica tiene una cosa de magnetismo
mágico que te puede dejar idiota mirando un balcón. Y de repente te pasa por
enfrente un carruaje antiguo tirado por un caballo que te saca de ese efecto
hipnótico pero para empujarte a otro mundo fantástico.
Historias de piratas, cultura, paisajes, música, entretenimiento, playa y mar, barcos, chivas rumberas, bares y turistas por
todos lados. Cartagena está número uno en la lista de ciudades donde podríamos vivir.
En cuanto llegamos damos una primera vuelta para ver el
panorama. Acá se respira ese aire de alegre tranquilidad típico de lugar
turístico. Lo mejor es que, gracias a que bajé mi ansiedad, ya no me paso de largo las cosas buenas de la vida que me están esperando. Entonces nos topamos con otra sorpresa que cambia
nuestro viaje: Diego y Sofía, una pareja de argentinos que viaja por Sudamérica
desde hace 2 años. Viven y se mueven en La Daly, una motorhome Mercedes Benz
608 y viajan con Garu, su gato naranja que pasea por el techo y te aplica una fatality ninja de ametralladora de patas si te acercás demasiado.
Justo el día que nos conocemos, Diego y Sofía se despiden de
otros cuatro argentinos viajeros que se van en barco a Panamá y desde entonces convivimos
como vecinos a una cuadra del mar y frente a un lago del barrio Bocagrande.
Diego y Sofía son diseñadores gráficos. Cada tanto hacen
algún trabajo a distancia pero se hicieron artesanos sobre la marcha y más que
nada viven de eso. Son tan generosos que pensás que te van a pedir algo. Pero
no te piden nada. Te ofrecen lo que querés, te ayudan en lo que necesitás y te
regalan lo que pueden.
Me
parece que ellos encarnan el cambio que se
está gestando en todo el mundo: están en pleno despertar espiritual,
tienen absoluta conciencia ecológica, viven el presente, son vegetarianos y apuntan a la medicina natural. Son fieles al impulso de cumplir sus
sueños aunque eso implique ir contra el mandato social. No son consumistas, no les importan
los lujos, los autos, la moda, los mejores celulares, la ropa de marca ni cualquier otro símbolo de status que
construye una imagen y alimenta al ego.
Quizás por eso tienen una alegría y una paz que te envuelve y te contagia.
Y esa especie de presencia escénica que tienen sólo aquellos que están viviendo una
vida plena de sentido porque están exactamente en el lugar que quieren y haciendo exactamente lo que quieren.
Entre las cosas que nos regalan, Diego y Sofía nos dan una gorra para pasar y nos empujan a tocar música por los bares. Si nos llega a ir bien, se nos abre una puerta y podríamos seguir viajando. Si nos va mal, deberíamos ir pensando en volver. Queremos cruzar a Panamá así que vamos a ensayar. Esto de vivir viajando se nos volvió una adicción.
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Típica esquina de la zona histórica en Cartagena. |
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Vista aérea de la ciudad amurallada. |
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Clásicos balcones de Cartagena. |
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Paseos por la ciudad en uno de éstos. Al caballo no creo que le guste. |
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La ciudad amurallada fue construida para defenderla de los piratas. |
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La chiva rumbera te hace un city tour con fiesta incluida. |
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Diego y Sofía. Atrás La Daly y Garu debe andar por el techo. |
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Diego y Sofía eligen vivir viajando. Acá están felices en su parche. |
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Dentro de La Daly estás como en una casa, perfectamente cómodo. |
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En La Daly, a punto de comer una mega-picada vegetariana con vino que vino de arriba. |
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Le entramos a una pizza que también vino de arriba. Si quedan dos porciones para cuatro con hambre, Diego las corta al medio y cada uno come un poco más. |
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ANTES. |
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Sofía ataca con la tijera. |
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DESPUÉS. Un reflejo exterior de una impresionante transformación interior. |
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La Mimosa y La Daly, vecinas en este lugar increíble. |
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Paseíto en bote por el lago que tenemos en la puerta de casa. Martina me sigue. |
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Acá estamos viviendo los tres. Al fondo, hoteles y edificios del barrio Bocagrande. |
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El sombrero que nos regalaron Diego y Sofía. ¿Nos traerá suerte? |
Lindos!!!!!!!!!!!!! La energía es de cada uno, a veces la motiva otro pero la tienen y la llevan ustedes a donde vayan. Ahora les toca seguir transmitiendo magiaaaaaaaaa! Los queremos y vamos a extrañar mucho. Gracias por dedicarnos este espacio.
ResponderEliminarLa afirmacion del relato anterior "la felicidad se conquista" (para mi pocos se atreven a buscarla), creo yo que nos dio una cuota de esperanza a quienes por el momento vivimos la rutina diaria, que sus anecdotas nos motivan a quienes soñamos con esa libertad, esta demas aclararlo, y a quienes no tienen en su mente una vida asi, igualmente seguro los llena de alegria el ver y leer tanta felicidad que emanan en cada ciudad. El despertar espiritual llega en el momento justo, los cruces no son casuales, todos nos enseñan algo. La gorra ojala se llene para poder seguir camino, y si no es dinero, unas sonrisas y aplausos tb contentan la vida..."Siempre para adelante, para atras ni para tomar carrera" (de la hermosa obra El Amateur) besos y sonrisas! :) Muy lindo el corte de pelo, q sigan los cambios! Vivi (Reinachina)
ResponderEliminarGracias Vivi querida!!! Sin duda que nada es casual y creo que bajar la ansiedad ayuda a que las cosas buenas te lleguen. Es una alegría saber que algo de lo que compartimos por acá le puede servir a alguien. Gracias por la buena onda de siempre. Besos y mucha magia para tu vida.
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