En un país
lejano, en una cabaña de madera a orillas de un río, vive Wilson, el gigante.
Tiene la fuerza de diez hombres. Duerme en una cama descomunal. Ronca y
tiemblan las paredes. Estornuda y se levanta el techo. Desayuna un almuerzo, almuerza dos cenas y cena una montaña
de arroz con lentejas y pescados mientras se toma de sólo tres tragos un vaso
enorme de jugo.
- Aaaahhhh…
rrrrico! –dice, y se seca la boca con el brazo.
Wilson vive
con la señora Rita, su pequeña esposa humana desde hace 25 años. Ella es una
experta cocinera y una eminencia de la medicina natural. Tiene la colección
completa de los Beatles en discos de vinilo y le apasiona cantar pero canta
bajito por las dudas, no sea cosa que a Wilson le moleste.
Desde que
se casaron, Rita vive esclavizada a los deseos del gigante. Ella trabaja todo
el día con las cosas de la casa. Barre, limpia, lava la ropa de Wilson y la
cuelga en una soga que va casi de punta a punta del río.
A la hora
de comer la señora Rita nunca se sienta a la mesa. A medida que el gigante
devora su alimento, ella sigue cocinando y rellena la fuente con los
antojos de su marido:
- Señora Rita! Ahora hazme una chuleta! –grita Wilson, y ahí pone Rita una chuleta vuelta y vuelta a la sartén.
Rita siempre dice
que en la vida hay que aprender de todo porque nunca sabés cuándo lo vas a necesitar. Pero nunca pudo aprender a
manejar porque Wilson no le enseñó. Nunca pudo practicar computación porque
Wilson no la dejó. Y nunca pudo estudiar psicología porque Wilson no la apoyó. Entonces
Rita se la pasaba llorando a escondidas tragándose su deseo de surgir.
Así
vivieron muchos años. Pero un día Rita se cansó. Pude ver con mis propios ojos
la felicidad de Rita la misma noche en que preparó su equipaje, le dejó a
Wilson una última comida y se fue contenta a vivir a la gran ciudad. Ahí la
espera su familia.
Qué bueno que Rita se fueeee!!! sino se iba a convertir en la protagonista de otro capítulo de Mujeres Asesinas. jose
ResponderEliminarQuien sabe si el libre espiritu de ustedes hizo que Rita tome aquella osadia, o quizas su voz interior convirtió en ella la valiente mujer, que sin importar edad, tiempos y espacios, quizo redescubrir sus deseos y asi partio para dejarnos un mensaje a todos a traves de sus anecdotas, como sea, es una hermosa y audaz decisión! Sigan adelante, sonrisas y buenas vibras siempre!
ResponderEliminarVivi (Reinachina)
Gracias, Vivi queridaaaaa!!!! Hermosas tus palabras, un beso grandeee!!!!!
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